[Este es
el cuarto de una serie de artículos que tengo previsto publicar en este blog
sobre la novela Matadero cinco, de
Kurt Vonnegut]
En
artículos previos sobre Matadero cinco,
comenté que uno de los rasgos de la ficción posmoderna es la desaparición de la
frontera entre ficción y realidad. En ese sentido, ya se indicó que Kurt Vonnegut
aparece como un personaje más en su obra. Él será quien centre la narración en
el capítulo inicial y final, enmarcando la historia de Billy Pilgrim, y preparando
al lector para la reflexión principal de la novela: el mensaje antibelicista.
En ese sentido, como el propio escritor explicó en la entrevista al profesor Collado
Rodríguez, Vonnegut ansiaba mostrar que la realidad es compleja y que no se
puede captar en su profundidad, que los escritores solo escriben simulaciones
que nosotros tomamos como la realidad total, pero que no es una mentira
deshonesta, porque un novelista es bueno cuando mira muchas novelas que ha
leído a la hora de escribir la suya (en la revista en Atlantis, XVIII (1-2), p. 481)
En la novela de Vonnegut se encuentran, como ya
se señaló con anterioridad, numerosos elementos de su propia biografía. Es
normal en la posmodernidad la presencia de esta autorreferencialidad. Para Ana
Casas, profesora de la
Universidad de Alcalá, el subgénero autorreferencial se
caracteriza por la inserción en el relato de numerosos elementos reales
pertenecientes a la biografía del autor (empezando por su propio nombre,
idéntico al del narrador y protagonista), junto a otros datos completamente
inventados; de modo que el texto induce al lector a realizar un pacto de
referencialidad, pero también, y de forma simultánea, un pacto de ficción (en
David Roas, Tras los límites de la
realidad. Una definición de lo fantástico – 2011-, p. 154)
Como consecuencia, en Matadero cinco se produce un enlace formal entre historia y
ficción a través de los denominadores comunes de la intertextualidad y la
narrativa. Estas intertextualidades proporcionan realismo histórico y
verosimilitud. Las hay de dos tipos: documentales y ficcionales. Por contra,
las fuentes ficcionales refuerzan el ámbito imaginario de la novela. A parte de
las alusiones a escritores como Dostoievsky u Horacio, Vonnegut también introduce
una serie de referencias textuales provenientes de textos imaginarios, unas
obras de ficción cuyos argumentos se entrecruzan con la trama principal como un
mise en abyme, es decir, un procedimiento
narrativo que consiste en imbricar una narración dentro de otra. Dichas novelas
pertenecen a otro personaje que realmente es un desdoblamiento del propio
escritor: Kilgore Trout.
Trout -alter
ego de Vonnegut- aparece en la novela como un excéntrico de actitud irónica
que opta por la ciencia ficción en sus escritos, a pesar de no tener ningún
éxito y casi no ser conocido. Su carrera literaria es reflejo de los comienzos
de la de Vonnegut, esto es, cuando Kurt Vonnegut empezó publicando novelas que
aparecían en ediciones de pasta blanda y que eran encasilladas como ciencia
ficción. La presencia de Trout en Matadero
cinco indica la preocupación de Vonnegut por el papel del autor en la sociedad.
De esa forma, sus trabajos ofrecen nuevas y maravillosas mentiras en las que
vivir.
Billy descubre las novelas de Trout cuando está
convaleciente en el psiquiátrico, junto a Rosewater, a causa de un estrés
postraumático provocado por toda su experiencia como soldado en la II Guerra Mundial. La
lectura de la obra de Trout será la que permita a Pilgrim conseguir el alta
médica. A partir de ese momento, “Kilgore Trout se convirtió en el autor vivo
favorito de Billy, y la ciencia ficción en la única clase de historia que podía
leer [...]. Para ambos [Rosewater y Pilgrim], la vida había llegado a carecer de
sentido, en parte por culpa de lo que habían visto en la guerra. […] Los dos
intentaban rehacerse a sí mismos y rehacer el universo entero. Y por eso la
ciencia ficción constituía una tan gran ayuda para ellos” (94).
En concreto, en Matadero cinco se habla de seis novelas de Trout, y de una u otra
forma, como se comentaba, todas mantienen una relación con la trama principal: The Big Board (La gran pizarra), Maniacs in
the Fourth Dimension (Dementes en la
cuarta dimensión), The Gutless Wonder
(El cobarde asombroso), The Gopel from Outer Space (El gospel
venido del espacio), “Jesus and the Time Machine" ("Jesús y la
máquina del tiempo) y “The Money Tree" ("El árbil del dinero"). Sin
embargo, tal imbricación es mucho más obvia en la primera novela, la que lee
Pilgrim en el hospital y le ayuda a otorgar sentido a su vida: The Big Board (La gran pizarra). Aquí los protagonistas son abducidos por
extraterrestres, llevados a su planeta y expuestos en un zoo, es decir, lo
mismo que señala Billy Pilgrim que le han hecho los tralfamadorianos.
Por ese motivo, La gran pizarra cumple tres funciones en el contexto de Matadero cinco. Primero, le da a Billy
Pilgrim material imaginario necesario para su experiencia tralfamadoriana. Con
ello se produce una duplicación textual o mise
en abyme, que permite a Vonnegut estrujar la contaminación existente entre
la realidad y la fantasía. En segundo lugar, la novela de Trout sirve para
presentar un mundo donde incluso el único propósito que parece existir en la
vida resulta falso. Ello sugiere que el hombre no es más que un pobre y
ridículo animal de feria expuesto ante la grotesca feria de la vida. Y,
finalmente, en tercer lugar, refleja que a lo que el hombre da más importancia
es al dinero (en Jesús Lerate de Castro, “The Narrative Function of Kilgore
Trout and His Fictional Works in Sluaghterhouse-Five",
en Revista Alicantina de Estudios
ingleses, nº 7 -1994-, p. 115-122).
En definitiva, las historias de Trout desempeñan
varias funciones dentro de Matadero
cinco y dan a la obra unidad temática. Además, son obras de ciencia
ficción. Gracias a ello queda demostrado que la ciencia ficción, como una
mentira ficcional, puede ser un espléndido vehículo para distanciarnos de
nuestra realidad diaria y ofrecernos una perspectiva crítica (tal y como hacen
las novelas de Trout). Sin embargo, la ciencia ficción también puede ser
destructiva si nos aferramos a ella como único modo de entender el mundo y como
una excusa para ignorar las necesidades de nuestro carácter humano. Por ello,
las novelas de Trout funcionan como parábolas o metáforas que tratan de
corregir nuestra visión del mundo.
[Imágenes tomadas de: http://www.scuppernongbooks.com/kilgore-trout%E2%80%99s-science-fiction-and-fantasy-book y de https://www.google.es/search?hl=es&site=imghp&tbm=isch&source=hp&biw=1366&bih=643&q=kilgore+trout&oq=kilgore+trout&gs_l=img.3..0.1311.4810.0.5001.13.8.0.5.5.0.273.936.4j3j1.8.0....0...1ac.1.58.img..0.13.943.8yLyctwVsHo#facrc=_&imgdii=_&imgrc=nXbhuBucw1SlBM%253A%3BHmfyW7LUbwUw7M%3Bhttp%253A%252F%252Finthesetimes.com%252Fimages%252F28%252F25%252Fkilgore.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Finthesetimes.com%252Farticle%252F1351%252Frequiem_for_a_dreamer%3B310%3B410]