Silverberg, Robert (1971),
Muero por dentro
Traducción de Carlos Rodríguez.
Madrid: Factoría de ideas, 2001.
Hacía tiempo
que no disfrutaba a tantos niveles con una novela de ciencia ficción,
pero para mi sorpresa, Muero por dentro ha resultado digna de
todo tipo de elogios. La presencia de un tema propio de la ciencia
ficción, como es la telepatía, presentada, a) en un ambiente
coetáneo del autor, b) con gran instrospección analítica del
personaje, como una novela psicológica, ofrecen una visión distinta
e insólita al tópico del género.

La ubicación de
la trama en el Nueva York de 1976 (pocos años adelante del momento
de escritura), otorga a Silverberg un conocimiento profundo del mundo
ficcional, que plasmará y analizará concienzudamente, a través de
la perspectiva de David Selig. Así tendremos una pintura de la
sociedad americana de la época: las relaciones frías y distantes,
las familias desestructuradas, la pluriculturalidad, los problemas
raciales y religiosos, el entorno político, las luchas sociales, las
drogas... y todo en una perspectiva cambiante como se observa en los
diferentes momentos de la vida del protagonista.
La introspección
es la otra clave de la novela. Aunque se va alternando la perspectiva
entre los fragmento contados por el propio Selig y los que relata el
narrador, toda la novela está marcada por la necesidad que tiene el
protagonista de analizarse a sí mismo, de justificar todo lo que ha
hecho y poder decidir cómo encauzará de nuevo su vida ahora que le
abandonan los poderes telepáticos sobre los que erigía sus
relaciones con las personas. En todo momento el lector ira reviviendo
episodios puntuales de la vida de Selig, intercalados con sus
reflexiones, pues Muero por dentro pretende trazar un análisis
profundo del protagonista.
Se trata, por
tanto, de una novela desestructurada, pues los capítulos no están
ordenados y van dando saltos, presentándonos episodios determinados
de la vida de Selig mientras avanza la trama en el presente en los
otros. El lector debe ir uniendo las piezas de este puzzle que se va
completando en la novela, y ello lleva también al escritor a generar
un discurso donde los datos van haciendo referencia a diferentes
episodios, entrelazando la vida de Selig como un todo y provocando un
continuo vaivén expositivo.

También se
introduce aquí la enorme cantidad de referencias literarias, que
aparecen de una u otra manera en las lecturas del protagonista, que a
veces cita, así como la inclusión de los trabajos que hace Selig
para los universitarios y con los que se gana la vida, que nos van
permitiendo también entender al personaje y su comprensión del
mundo. Por otro lado está la ruptura de tabús sexuales, aunque muy
marcados por la mente masculina de Selig. El sexo aparece como parte
de su vida, y de ahí a las escasas relaciones amorosas que ha
mantenido el protagonista a lo largo de sus existencia
-principalmente por los problemas de comunicación que posee,
derivados por su capacidad telepática-, nos permiten analizar otros
episodios determinantes en la construcción de la identidad de David
Selig.
Por lo tanto, en
Muero por dentro Silverberg va introduciendo, como hicieron
otros escritores del momento -en esa corriente llamada 'Nueva Ola'-,
modelos narrativos de la literatura general dentro de la ciencia
ficción, como son el fragmentarismo (división de la vida de Selig
en episodios desordenados) o la necesidad del protagonista de
construir su identidad (como
personaje posmoderno se considera a sí mismo individuo incompleto
que sólo puede encontrar sentido al narrarse a sí mismo).
El resultado es una novela que no sólo se preocupa por la fábula
(la historia narrada), sino que cuida, y mucho, el discurso,
permitiendo disfrutar al lector a varios niveles.
[Fotos tomadas de: http://rescepto.wordpress.com/2010/03/21/muero-por-dentro/
http://deleyenda.blogspot.com.es/2007/08/regreso-belzagor-de-robert-silverberg.html ]
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http://deleyenda.blogspot.com.es/2007/08/regreso-belzagor-de-robert-silverberg.html ]
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