sábado, 8 de noviembre de 2014

KILGORE TROUT VS. KURT VONNEGUT


[Este es el cuarto de una serie de artículos que tengo previsto publicar en este blog sobre la novela Matadero cinco, de Kurt Vonnegut]

En artículos previos sobre Matadero cinco, comenté que uno de los rasgos de la ficción posmoderna es la desaparición de la frontera entre ficción y realidad. En ese sentido, ya se indicó que Kurt Vonnegut aparece como un personaje más en su obra. Él será quien centre la narración en el capítulo inicial y final, enmarcando la historia de Billy Pilgrim, y preparando al lector para la reflexión principal de la novela: el mensaje antibelicista. En ese sentido, como el propio escritor explicó en la entrevista al profesor Collado Rodríguez, Vonnegut ansiaba mostrar que la realidad es compleja y que no se puede captar en su profundidad, que los escrito­res solo escriben simulaciones que nosotros tomamos como la realidad total, pero que no es una mentira deshonesta, porque un novelista es bueno cuando mira muchas novelas que ha leído a la hora de escribir la suya (en la revista en Atlantis, XVIII (1-2), p. 481)

En la novela de Vonnegut se encuentran, como ya se señaló con anterioridad, nu­merosos elementos de su propia biografía. Es normal en la posmodernidad la presencia de esta autorreferencialidad. Para Ana Casas, profesora de la Universidad de Alcalá, el subgénero autorreferencial se caracteriza por la inserción en el relato de numerosos elementos reales pertenecientes a la biografía del autor (empezando por su propio nom­bre, idéntico al del narrador y protagonista), junto a otros datos completamente inven­tados; de modo que el texto induce al lector a realizar un pacto de referencialidad, pero también, y de forma simultánea, un pacto de ficción (en David Roas, Tras los límites de la realidad. Una definición de lo fantástico – 2011-, p. 154)

Como consecuencia, en Matadero cinco se produce un enlace formal entre histo­ria y ficción a través de los denominadores comunes de la intertextualidad y la narrativa. Estas intertextualidades proporcionan realismo histórico y verosimilitud. Las hay de dos tipos: documentales y ficcionales. Por contra, las fuentes ficcionales refuerzan el ámbito imaginario de la novela. A parte de las alusiones a escritores como Dos­toievs­ky u Hora­cio, Vonnegut también introduce una serie de referencias textuales provenientes de tex­tos imaginarios, unas obras de ficción cuyos argumentos se entrecruzan con la trama principal como un mise en abyme, es decir, un procedimiento narrativo que consiste en imbricar una narración dentro de otra. Dichas novelas pertenecen a otro personaje que realmente es un desdoblamiento del propio escritor: Kilgore Trout.

Trout -alter ego de Vonnegut- aparece en la novela como un excéntrico de actitud irónica que opta por la ciencia ficción en sus escritos, a pesar de no tener ningún éxito y casi no ser conocido. Su carrera literaria es reflejo de los comienzos de la de Vonnegut, esto es, cuando Kurt Vonnegut empezó publicando novelas que aparecían en ediciones de pasta blanda y que eran encasilladas como ciencia ficción. La presencia de Trout en Matadero cinco indica la preocupación de Vonnegut por el papel del autor en la socie­dad. De esa forma, sus trabajos ofrecen nuevas y maravillosas mentiras en las que vivir.

Billy descubre las novelas de Trout cuando está convaleciente en el psiquiátrico, junto a Rosewater, a causa de un estrés postraumático provocado por toda su experiencia como soldado en la II Guerra Mundial. La lectura de la obra de Trout será la que permita a Pilgrim conseguir el alta médica. A partir de ese momento, “Kilgore Trout se convirtió en el autor vivo favorito de Billy, y la ciencia ficción en la única clase de historia que podía leer [...]. Para ambos [Rosewater y Pilgrim], la vida había llegado a carecer de sentido, en parte por culpa de lo que habían visto en la guerra. […] Los dos intentaban rehacerse a sí mismos y rehacer el universo entero. Y por eso la ciencia fic­ción constituía una tan gran ayuda para ellos” (94).

En concreto, en Matadero cinco se habla de seis novelas de Trout, y de una u otra forma, como se comentaba, todas mantienen una relación con la trama principal: The Big Board (La gran pizarra), Maniacs in the Fourth Dimension (Dementes en la cuarta dimensión), The Gutless Wonder (El cobarde asombroso), The Gopel from Outer Space (El gospel venido del espacio), “Jesus and the Time Machine" ("Jesús y la máquina del tiempo) y “The Money Tree" ("El árbil del dinero"). Sin embargo, tal imbricación es mucho más obvia en la primera novela, la que lee Pilgrim en el hospital y le ayuda a otorgar sentido a su vida: The Big Board (La gran pizarra). Aquí los protagonistas son abducidos por extraterrestres, llevados a su planeta y expuestos en un zoo, es decir, lo mismo que señala Billy Pilgrim que le han hecho los tralfamadorianos.

Por ese motivo, La gran pizarra cumple tres funciones en el contexto de Matade­ro cinco. Primero, le da a Billy Pilgrim material imaginario necesario para su experien­cia tralfamadoriana. Con ello se produce una duplicación textual o mise en abyme, que permite a Vonnegut estrujar la contaminación existente entre la realidad y la fantasía. En segundo lugar, la novela de Trout sirve para presentar un mundo donde incluso el único propósito que parece existir en la vida resulta falso. Ello sugiere que el hombre no es más que un pobre y ridículo animal de feria expuesto ante la grotesca feria de la vida. Y, finalmente, en tercer lugar, refleja que a lo que el hombre da más importancia es al dinero (en Jesús Lerate de Castro, “The Narrative Function of Kilgore Trout and His Fictional Works in Sluaghterhouse-Five", en Revista Alicantina de Estudios ingleses, nº 7 -1994-, p. 115-122).


En definitiva, las historias de Trout desempeñan varias funciones dentro de Mata­dero cinco y dan a la obra unidad temática. Además, son obras de ciencia ficción. Gra­cias a ello queda demostrado que la ciencia ficción, como una mentira ficcional, puede ser un espléndido vehículo para distanciarnos de nuestra realidad diaria y ofrecernos una perspectiva crítica (tal y como hacen las novelas de Trout). Sin embargo, la ciencia fic­ción también puede ser destructiva si nos aferramos a ella como único modo de entender el mundo y como una excusa para ignorar las necesidades de nuestro carácter humano. Por ello, las novelas de Trout funcionan como parábolas o metáforas que tratan de corregir nuestra visión del mundo.