¿Podría haber
encontrado Tom Cruise un nuevo aliado en el cine de género para su
carrera como actor en Hollywood? Desde luego, este histrión de cine
ya lleva un tiempo alejado de las pretensiones laudatorias abaladas
por premios para refugiarse en un cine comercial que le facilita sus
mediocres dotes para la actuación. Si la gente pide «tomcruisadas», él les da «tomcruisadas»,
pero lo curioso es que dos de estas últimas sean producciones de
ciencia ficción. Ello me lleva a pensar que quizás Tom Cruise se
esté convirtiendo en la nueva cara en los filmes fictocientíficos,
como ya ha sucedido con otras estrellas como Will Smith, de quien ya
se habló en este blog a raíz de la película After Earth.

La crítica rápidamente
ha detectado la fusión de elementos que componen la estructura de Al
filo del mañana. En primer lugar resulta patente el parentesco
con Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993),
película de culto con Bill Murray sobre un bucle temporal donde el
protagonista revive constantemente el “día de la marmota” (que
es su título original y una festividad real). Sin embargo, en la
película con Tom Cruise contamos con una explicación, sea creíble
o no. En el filme que aquí nos ocupa el bucle temporal no es un
hecho fantástico cuyo sentido queda sin aclarar, sino que se le
confiere cierta plausibilidad científica dentro de los parámetros
con los que habitualmente juega la ciencia ficción.
Por otro lado, el
carácter militarista, ya presente en la novela nipona original, como
he destacado, sirve para recrear otro mito moderno americano, el
desembarco de Normandía, vendido al mundo como epopeya del ejército
estadounidense y maniobra determinante hacia la victoria del bando
aliado en la II G. M. Por ese motivo, aparecen los símiles con otra
película que también impactó mucho en su momento, Salvar al
soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998), del director de
los huevos de oro Steven Spielberg. Y no quedan hay los parentescos,
pues más se han destacado, entre los que alguno llega incluso a
Matrix (1999) de los hermanos Wachowsky, a través de parecido
de los Mímicos (los alienígenas de Al filo del mañana) y
los Centinelas. Toda esta mezcolanza funciona en el filme con Tom
Cruise bajo el prima de la plausibilidad de la ciencia ficción: una
invasión extraterrestre.
En Al filo del mañana
el teniente coronel William Cage, oficial de propaganda sin
experiencia en combate, se ve obligado a acudir al frente para ser
testigo del intento de los humanos de recuperar Europa frente a la
invasión de unos alienígenas, los Mímicos, llegados a nuestro
planeta en un meteorito. Estos seres, capaces de anticiparse a las
acciones humanas, amenazan con la extinción de toda nuestra raza, de
ahí que la guerra se presente como un combate crucial por la
supervivencia de la especie. Ante la negativa de Cage al combate, se
le degrada y se le obliga a participar como soldado raso.

De nuevo hablamos de un
cine de CF que deja el género en el tintero, como mera ambientación.
La ciencia ficción presenta la historia y el mundo ficcional, es
decir, lo sostiene como pilar principal. Sin embargo, pronto deriva
la película hacia la acción. La tensión es permanente, y atrapa al
espectador casi desde el comienzo. El espectáculo funciona, no hay
duda, pero desaparece la faceta reflexiva que puede ofrecer la
ciencia ficción. Todo deriva hacia la repetición y la búsqueda de
nuevas posibilidades que posibiliten al hombre su victoria en esa
encarnizada lucha.
Quizás lo más
lamentable, a mi juicio, en Al filo del mañana sea la
presencia de un final feliz forzado, donde se persigue el contento
del público, satisfacer al público. La película podía haber
culminado como una tragedia donde el héroe se sacrifica por la
humanidad en pro de un mundo mejor, como sucedía con el personaje de
Matt Damon en Elysium (2013),
de Neill Blomkamp, pero no, es necesario un epílogo que cierre la
historia de forma positiva. Por ese motivo Al filo del mañana
quedará encuadrada como otra película de ciencia ficción, llena
acción y adrenalina, de construcción comercial, que ofrece un
espectáculo tenso que funciona, pero ahí quedará reducida su
virtud. Habrá que seguir esperando para ver otro tipo de cine de CF.